Misiones desde Tarata
Misiones Franciscanas del Colegio Tarata
Para reproducir la historia de las misiones, nos sustentamos en el libro “Las misiones franciscanas”, escrito por José Cardús (alumno del colegio de Propaganda Fide de Tarata y ex-conversor de los guarayos). Descripción realizada en los años 1883 y 1884.
“Las Misiones que los Padres del Colegio de Tarata tienen a su cargo, son conocidas con el nombre de Misiones de Guarayos, por ser indios Guarayos, los neófitos que las componen, y llámase así de Guarayos el lugar en que están.”
“La lengua que los guarayos hablan, es un dialecto de la lengua guaraní. En 1849 el P. Viudez, escribió sobre los guarayos: «Estos indios, son pocos en número: apenas alcanzarán hoy día a tres mil almas, incluidas las pocas familias que están todavía esparcidas por el monte. En cuanto a su civilización, poco han progresado en ella hasta ahora, pero hay fundada esperanzas se conseguir su completa conquista, si el Supremo Gobierno, mirándoles con ojos paternales, les envía sujetos capaces que los instruyan. Son por lo regular muy bien formados, de estatura mediana y robusta, y uno que otro medio agigantado: de color moreno y de barba bien poblada, particularmente algunos que la dejan crecer larga, como también el pelo que tampoco lo cortan, y llevan tendido a lo nazareno, hombres y mujeres. A pesar de darse en esta fértil tierra todas las cosas en abundancia, y una de ellas es el algodón, de que podrían hacerse sus vestidos, andan casi completamente desnudos; todo su vestido se reduce a unas trenzas, o hilos que se atan colgando en las piernas como ligas, y otras más pequeñas en la garganta del pie. Las mujeres llevan en la cintura una faja de poco más de un palmo, como también las ligas expresadas, y unas grandes sartas de semillas o avalorios alrededor del morcillo del brazo, junto al codo; por lo demás andan desnudas sin el menor pudor»”.
De las varias creencias, indicamos una: “Cuando sucede algún eclipse de luna, creen que es el tigre que se la quiere comer, y con esta persuasión le dan gritos y tiran flechas encendidas para hacerlo huir y salvar la pobre luna”.
“El Gobernador de Santa Cruz, D. Francisco Javier Aguilera, influyó en el gobierno para que los religiosos del Colegio de Tarata, como medio más apropiado para la total reducción de los guarayos, pasando una orden a estos para que se hiciesen cargo de los Misiones de Guarayos”.
“Los Padres misioneros desplegaron mucha actividad y manifestaron el grande interés que tenían por el bienestar de los guarayos. Estos lo comprendieron, porque lo vieron, y, a los menos exteriormente, empezaron a cobrar afecto a sus nuevos bienhechores, manifestando mucha docilidad, por esto, todos asistían a la doctrina y rezo; los niños no faltaban a la escuela, y cada uno se aplicaba a aprender y desempeñar el oficio o faena que se le encargaba. Las cosechas, por otra parte, fueron variadas y abundantes, motivo muy principal del contento de los guarayos, quienes pronto pudieron apreciar la utilidad de algunas artes, que por primera vez se introducían con regularidad en aquellas tierras. Derramábase, pues, la abundancia y la alegría entre los guarayos, efecto de la contracción y desvelos de los Padres, quienes, bendiciendo el Señor sus fatigas y sudores, tuvieron la satisfacción de poner, en menos de dos años, aquellas Misiones en muy próspero estado, concibiendo, y con razón, muy fundadas esperanzas de ver en breve la total reducción y conversión de los guarayos…”
“Los Padres implantaron los trabajos en común, haciendo que los neófitos trabajasen tres días a la semana, ocupándose exclusivamente en bien de la Misión y el progreso que de ellas se deseaba”.
“En todas las Misiones hay escuelas para la instrucción, principalmente religiosa, de la juventud. Todos los niños y niñas, desde los siete años hasta que se casan, asisten diariamente a sus respectivas escuelas, las que, no pudiendo ser inmediatamente atendidas por el Padre conversor por sus demasiadas atenciones, están casi exclusivamente al cuidado de maestros y maestras escogidos de entre los neófitos de las mismas Misiones”.
Las Misiones del Colegio de Tarata, estaba a cargo de las Misiones de Yotau (1858), Ascensión (1826), Yaguarú (1821) y Urubicha (1821), todos de lengua guaraya, de la provincia Velasco, departamento de Santa Cruz, total de almas 4439, a cargo de 4 conversores. Otras Misiones a su cargo en Tarija, eran Chimeo (1849), Itau (1791) y Aguairenda (1851), provincias Salinas y Gran Chaco, de lengua chiriguana, total de almas 1035 a cargo de 4 conversores. En Sucre, provincia Acero, las Misiones de S.F. Solano (1860), Tarairí (1854), Tiguipa (1872) y Machareti (1869), de lengua chiriguana, total de almas 6630 a cargo de 7 conversores.